21/10/09

02 N

Se me diluye el paraíso,
ya no me aplasta.
Se ahoga la resistencia
monocorde
monocromático
diluído, inflado.
Se me abre
la puerta entera
en los desórdenes
de tiempo.
No me avanza.


Veo seres con tu andar,
tu picardia es mi sombra
y mi árbol;
figura sosberanas
figuras malsanas
figuras corroídas...
Veo venirte ahí
donde se agudiza
el temblor agüado
de la silueta de las ramas.

01 N

Es en vos donde termina
mi primera razón libre;
por eso con seda te envuelvo mi dolor .
Picaflor de herradura
hoy no vengas...
no te detengas a tiempo en mi flor.
Es en v os donde termina
mi primera razón simple;
En este ccrepúsculo con seda
te envuelvo mi dolor.
Motín de los amores
hoy no vengas
no mire fijo al rencor.
Motín de los amores
hoy no vengas,
por favor.

22/7/09

Transpiran los oídos.
Existencial tendencia
Nerviosa…
Transpira el cogote.
Bajo las luces de la luna
Despejada,
Baila la danza de la parca,
La dama afortunada.
Le pesa la pollera al cielo;
Y transpira.
En los pliegues del sol,
Acalambrado sobre las telas.
Transpira y se hace arena.
El parche del firmamento.
Condensado en gotas
El vacío, la presión
Y los globos de aire
que bautizan la tos.
Transpira sobre la helada,
Supura sobre el azúcar.
Tres rosas esbeltas en los platos,
Acrílicas simétricas,
Y me mirabas a los ojos.
El célebre chiflar de la garganta,
En las orgías de bronce,
Patologías del reflejo del sol.
En cuero endurecido,
Adherido por meses en el pie.
La categórica marca,
Del submundo sin letra,
Filtra la roca la arena…
Y no cabe entre los dedos.
En el caballo de pecho abierto,
Con legumbres en los dientes,
La soberana hace empachar
Las polleras con aire.
Tres rosas esbeltas en el lomo,
El linaje crece por las paredes,
Un juego de cartas sin ases,
La trigonometría en el cajón.
Tres fieras que lamen espinas,
En la base de las cajas de cartón.
Voy a encontrar un trapo,
A contraluz del cielo,
En el hueco de las manchas.
Voy a sacudir una bandera,
De colores y algo de blanco,
En el hueco de las manchas.


En el vientre de la mentira,
Sobre las cápsulas menta
Que coronan mi columna,
En el camino rengo de vuelta,
Riego una infamia
Hecha testamento y mariposas;
Que se pudran en el convento



Las lanzas feudas de mi corona.

31/5/09

En el palo seco,
Doy el abrazo,
En el palo seco.
En los trigos de la isla,
La isla se desarma,
Hacen aureolas los lagartos.
En el palo seco,
Doy la mano,
En el palo seco.
Los cordones desparejos,
Desparejos desatados
Chillan los pájaros.
En el palo seco,
Quedé desnuda,
En el palo seco.
En el almuerzo vegetariano,
Vegetal amedrentado,
El frío en el cogote.
En el palo seco,
Me puse los zapatos,
En el palo seco.
Trapecista…
En la ventisca
De la canilla.
El caracol lame,
Las hojas.
Trapecista…
Caricias de
La mesa,
Cuatro cuartos.
Trapecista…
Elemento
Ruidoso,
Rengo.
Trapecista...
Un siglo
Caminando,
Con nuestra
Sombra.
Disculpe colectivero,
No es mentira la cara…
¿llega a ver usted,
Como se cuartea
El labio inferior?

Disculpe panadera,
No es mentira la falta…
¿llega a ver usted
Como puede una
Ingerir el dinero?


Disculpas mamá,
No es mentira mi intención
¿llega a ver usted,
Como el ingenio
Muere más rápido


Que el cuerpo?

24/5/09

No Tengo Fuerzas Para Bailar Con dios....

19/5/09

Sugiero

Sugiero a mis gemelos suspirantes
sorporten el cemento otra noche:
perdono sus pérdidas de compás.

Sugiero estómago bandoneón
esquive el próximo puente
porque desafina sobre el final.
Dejo este álbum de fotos,
En pulloveres de trenza
Y cuadernos de colores.
No es mi mejor cara el mediodía…
Sobre todo cuando
Los tulipanes no se abren.


Queda en la vena la hermosura,
Veteadas alas inmóviles:
Los ariscos de biblioteca
No pueden verte.

Quiebro el talón del camino,
Ya bebo de su sangre,
Duermo en sus pinos,
Encanto de poca moneda

Que se derrame el cielo
Si la necedad me guarda
En sus ataúdes que respiran.
Yo observo las esquinas del techo:
En el fondo de mi pupila…el brillo.
Invisible brillo de sirio,
Laca de los corazones y las memorias,
Yo miro ahora los rincones de suelo:
No me pesa la cabeza, carezco de cuello,
No tengo uñas ni encías ni párpados.
Muecas retorcidas, viejas….


Como creer en dios es…
Una flojera tiesa,
Un sacrificio a la tiranía
Disfrazada de luces de colores.

Caballero

Caballero, sin espadas ni somieres,
caballero como digo...
en la cúspide de mi dsevelo
anduvo creciendo el árbol,
de postura desviada y contenida;
yo silbaba en sus raíces...
suave, como las langostas,
que miran el maíz
con la cabeza levantada.


Caballero, sin tesoros ni talleres,
caballero como digo...
obervemos todos los pedazos
de la carne desarmada,
las hiedras que cocechamos
a mansalva...en nuestras arcas;
dueños de ese puñado de penurias
que se pegan al primer hervor...
vapor.


Caballero, sin protocolos ni niveles,
caballero como digo....
si hácía siglos que venía
atardeciendo el oeste.
Las golondrinas se olvidaron
del verano en marzo.
Los árboles en los jardines de barrio,
los frutos en la boca de los perros
y yo con las manos frías.


Caballero, sin tesón ni palabrería,
caballero como digo...
el salado de los falsus manjares,
esas bocántaros de infamias,
con las cerda dsepeinada;
en la humedad de
las paredes sin reboque,
amanecí en el cielo, de paso el puente,
de cuentos, manos,
y canciones desesperadas.

Te ofrezco

Yo te ofrezco mi negación,
mezclada con tierra;
ahí donde las arañas cuelgan.
En el cordón de la vereda,
desnudé tu cadera, con las
manos atadas.
Yo quiero un pedazo de mar,
tres viajes en tren,
una ciruela por cada desierto.
Y te ofrezco mi estupidez,
mi recoveco mas fiel, chillona;
ahí donde espero verte por
primera vez, en otro puerto
donde levanto tiburones
con un solo dedo.
Yo quiero un árbol en la nuca,
tres manjares rústicos,
lluvia por si hay sed.

Doy por terminado el coloquio
de mis intentos,
ahora resta una buena, espesa
mano de barniz.

Y quién decide cuál es la última hora
para pisar las vías.

30/4/09

Las cáscaras sobre la tierra…
Todas llenas de callos,
Y con pasajeros corcovos
Entre los poros.
Pude acomodar el sol
Con las patas traseras.
Anidé en las rocas, mordí la pared.
Y agazapado te veo venir,
Con regalos en las garras,
El souvenir de oro en mi costilla,
Y tus manos tirando de las trenzas.

Detrás del tronco se asoman
Los ojos del cocodrilo.
Áspero es mi pesar,
Estoy mordiendo tabaco
Y perro seco…cocodrilo.
La cáscara llena de callos
Que mutan de colores
Con el óxido…cocodrilo.


La lágrima que se traga la tierra,
Y resbala sobre el estómago.
La necesidad de luz.
La membrana
Que protege las pupilas ardidas.
Solté las ramas de mi choza,
Para dejarte entrar cocodrilo.
Espero fingiendo el sueño
Que el hocico se humedezca.


Giras a mi alrededor cocodrilo…


Entre tanto ojo mojado y poncho,
La increíble soltura de la cadena animal.
Si bien presa gorda ésta,
Tampoco es tu idea dejar de mascarme.
Duermo con los limones amarillos,
Las serpientes de nueve cabezas,
Y los gatos muertos.
Duermo con el minotauro,
El centauro y la media oveja.
Duermo con la bruja, el centinela,
El espejo roto.
Duermo con el demente, el licor,
La solapa abierta, las exquisiteces.
Duermo con el elixir bajo el brazo,
La navidad y los enanos.
Duermo con bestias de ojos claros,
Pollos tuertos de fin de año.
Duermo con bucles desordenados,
Un pantallazo voraz entre los pies.
Duermo con el un rey de cuentos,
Con su sabia y su perfección inacabable.
Duermo con el inepto, con la Biblia,
Con los curas.
Duermo con cristo acompasado
En las alturas celestiales.
Duermo con la infamia, dura y trunca
Como los pilares de los hombros jactados.
Duermo con la síntesis del ardor,
Con el infinito cuento de las técnicas fibrosas.

Y siempre…..siempre….duermo
Con el cadáver de tu sombra.
Hay una guerra que tengo ganada.
Y los pétalos nunca
Dejaron de nacer en los campos,
Molidos a cántaros y azufre.

Y el sentido se recobra
Cada dos madres selvas
Que se distinguen en color,
Mientras el aroma
Es del mismo lago,
De esquina a esquina un compás,
Dos docenas de infidelidades,
Y el alma imperturbable,
Como las ranas bajo la lluvia.

Entra el viento por las ventanas,
Se compone la tarde de barro y sol,
Y las luciérnagas son múltiples
En medio de tanta humedad.
Ahora elijo la memoria
De los canales más profundos;
Habitando este claustro
Me repliego en la divinidad,
Y las certezas invisibles.
En el país de las angustias.
Convivieron nuestros patos
Y la malsana alegría
De los próceres sin pulir.
(En el camino de algún astro
Debe de haber resina).
En la salmuera de los peces,
En los bifes que nunca terminan
De cocerse, en la rejilla.
En la costra del vino
Durmiendo en los labios.
En los follajes amarillos
De un frío que decora su entrada,
En ese pedazo de piedra toscas,
Atada comiendo ensaladas,
Encontré tu energía,
El rey y la reina
Y hasta cinco alfiles
Obrando a mí antojo.
Cuando los pasos vuelven,
Siempre tiemblan las rodillas,
En las cartas explícitas
De las muecas hartas
Que se desparraman lisas en la pared.
La ironía se hace buches de sal
En la esquina de las plantas.
En el país de las angustias,
Quise guardar recaudo,
No salté el pantano, ni bajé del árbol.
En el país de los antojos,
Guardé una tregua que se hizo

Enfermedad.
Un corzo desprolijo.
Se caían las tintas del desvelo,
Contraigo los pulmones
Sin compás alguno.

En medio del cuerpo,
El exceso se hace harina,
Giran los brazos como molinos,
Sin compás alguno.

La plaza es larga,
Se estipulan los minutos,
El correr de venas se duplica,
Sin compás alguno.

Las paredes suficientes,
Controlan el ansia, recias
Acorralan la bestia que cruje,
Sin compás alguno.

Los almíbares desterrados,
Aprietan la correa lasciva,
Me llama el desdén suavizado,
Sin compás alguno.

El futuro y su masa falaz,
Degustando una vida desecha,
Se revuelca por el pasto sonriendo,
Sin compás alguno.
El consuelo no tiene volumen.
Se hizo gotas de agua,
Que sacan la lengua desde el invierno.
La paciencia se barre con las cenizas,
En todas las tardes asustadas
Por la irresistible congoja
De entregar dulces y jóvenes
Mis energías al mundo.
¿Es hora triste atardecer
De bajar mis pantalones,
Dócil y compresa,
Frente al ingenio sistemático?
¿Vale la delicadeza de las letras
Para una presión asesina,
Que empañando los vidrios
De mi más famosa capacidad,
Me deja en el peldaño mas bajo
De los podios inconclusos?


Yo no nací todavía.
Rodeada de agua vivo,
Atada de cordones duros,
A las paredes de un desierto.


Camuflada entre pulsiones heroicas,
Llora la bestia sin música.
Y decide cortarse las manos,
Hasta que algún mar de fuego
Se la trague con ruido de olas.




…Si ya no tiene trucos sin mostrar…


…Si ya no tiene nada por temer…
Un mosquito que me besa los brazos.
Se alza al cielo el chasquido
Que lo espanta en frente del barranco nuevo.
Y los camalotes no cuentan el tiempo,
Se balancean adustos en la corteza del agua.
Hacen ecos los peces atrevidos,
Que transforman la respiración en aureolas,
Y desisten por que les sobra el oxígeno.
Ocres son mis ojos al reflejo barroso
De la orilla que resbala de arcillas.
Mido con las rodillas los centímetros
De caldo salado que me entierra en la arena.

El fervor es animal, no es patria
Ni será agua nueva.
Los desniveles hubieran sido perfectos,
Potables, equilibrados…


Si la ciudad no hubiese estado posada en la costa.
Mirar de dragón…
Es un legado sonante
De todo aquello que arde
En los cuencos truncos
De esta médula ociosa.

Sentir a presión las fibras
En las mandíbulas,
Cuando el salar no es más
Que tu desventura.
La boca que digiere
Más muertos que vivos,
Y se empaca como mula
Cuando ese dedal
De baba la desvela.


Sequé la raíz del árbol milenario.
Corté por el medio el nudo.
Me filtré en las grietas del cemento.

En honor a tus alas contener la ira,
Respirar afuera…o adentro.
Curtí las arterias como cuero de vaca.
Congelé las telas para que se quiebren.

…y los ojos enmarcados piden algodón.
Tarde golondrina…
La suavidad la enterré con ataúd
Y media ilusión envuelta
En papel aluminio.
Ahora soy el buzón con pies
Que espía por el hueco de tus narices,
Escapa y se alimenta con terrones
De tierra roja, amarilla, negra
Y treinta mil nuevas profecías.




Tarde golondrina…tarde se va el sol.
Me alojo en la cresta de tu cintura.
Replico con los labios ardidos
Por un insulto cortes.
La seda es interna, cálida,
Sin turbiedades ni tensiones.
Despojado ser interno,
Dócil, chillón, apaciguado
Carnívoro, infame.


Allí donde está de rodillas
Mi elemento milagro,
Los fantasmas no entran,
No fantasean, solo devoran
Y se relajan felices,
Con la sonrisa espléndida
Brillando en los codos.
Cuadrilátero curvo,
Insulso clamor de primavera,
Severo símil de sapiencia:


Gracias por el boleto al sueño
Sin compañía.
No se abren las aguas para el mortal errante.


El crudo ahínco que
tomé en mamadera.
Había flores en el jardín,
Se asomaban a mi altura,
Estrechas y abultadas.
El vaivén del paso corto
Desesperaba mi pánico.


Había un monstruo que se salía por debajo de la cama.


Gritaba a dos voces que alguien
Se hacía gotas en el fuego.
No pude flotar más allá del chillido
Y sus matices agudos.
Les daba la mano y se las pintaba de colores.
Mientras cuatro ojos débiles
Me sugerían golosinas que alimentaran
Alguna laguna donde sea posible reír.
El terror no es exagerado,


No podía dejar los juguetes tirados.


La sensibilidad en los dientes es posterior.
Como un insecto bajo una piedra.
Contraída en volumen por el correr degenerado.
Y me volví sorda, como un flamenco
Que esconde el cuello, se llena los oídos de agua.
Los venenos de hoy en día, que se hacían púrpuras
En medio del río, en medio del barro endurecido.
Los dientes obtusos bendicen mi cárcel.
Los perros ladran más fuertes de noche,
Las arcadas son menos sonoras y saben mejor.

De improvisto me volví queja,
Aguda y perpetua, paciente y certera.
En medio de la sopa de tábulas rasas,
Combatí el desecho y pagué con piel.

Corral, corral y sus ovejas.
El corral de madera anudada,
El corral de las vacas.
El corral oxidado
De los dotes del cuerpo.
El corral emparchado
De la garganta excelsa.
Los corrales fumigados
Por las parcelas mentales
De quienes no reciben
Mas que el cuero, mismo
De la vaca, mismo igual
Al del corral.
Corral, corral y sus señores.
Con los zapatos sucios
De barro del corral
De las maderas anudadas,
Con el cogote de hierro.
Las vacas mueren
Y los corrales oxidados,
Fuertes, clásicos,
Prendidos de la rosa del norte,
Nos regalan cuero, que
Sin curtir, convierte las fauces
En el corral del ejercicio de la libertad.
Los candados de viejas molduras,
Decorados con solo una llave que los abra,
En el hueco de su inteligencia, me lamento.



En la cocina que duerme, toda azulejada ocre,
En el palacio de los fantasmas insectos,
En la letrina que resbala hasta la calle, lloro.
Sobre el pasto.
Sobre el linaje lleno de rocío.
Sobre el pelo, enredado.
Sobre las espaldas fuertes.
Sobre los labios caldos.
Sobre los tobillos marcados.
Sobre las manos pequeñas.
Sobre el cuello valiente.
Sobre los ojos heridos.
Sobre el vientre enderezado.
Sobre el espacio entre mis brazos.
Sobre mi nuca destapada.
Sobre los dedos de los pies desviados.
Sobre las caderas atolondradas.

Sobre todo lo que me conforme

26/4/09

Lana

-Mi nefasta bisuegra…diría…siempre demoro en hacer cosas cortas. Como limpiar los roperos. Y también demoro…más aún en hacer cosas largas. Y más demoro…mucho más todavía, en hacer cosas que tengo que hacer mas adelante. (comienza a sacar ropa. La música desciende. La luz se normaliza, hay muchos pulloveres). Amo las lanas. Tengo un fervor apasionado por la producción capilar de oveja, si es patagónica muchísimo mejor. Siempre supuse que la lana era un producto prodigioso de la naturaleza. Es la mejor de las superficies, el mejor de los abrigos, y puede una manipularla sin ton ni son.
Quiero Sangrar Rosado....
Hoy les voy a secar la bocha a todos con un sonajero. Vamos a saltar como sapitos colgados del techo. Quiero también que aplaudamos como los bebés, y sonriamos sin motivo aparente. Por ser hoy también les voy a convidar de lo mejor que tengo. Voy a cocinar y poner globos en la pared. En este mismo día de hoy, quiero que todos se abracen, y nadie vuelva sin amor o sin amantes. Voy a perfumar todo el ambiente de sonrisas, y cuando estemos en el cúspide del caldo, les voy a regalar una flor.
Y en el momento en que el sol salga, voy a cubrir sus ojos con cuidado, y todos vamos a cantar bailando lerdo alrededor de los árboles.


Y
que nadie esté pendiente del tiempo. Que nadie pueda detenerse a pensar mas allá de su rasgo humano bullicioso, insolentemente inmaduro, literalmente liberado, anestésicamente reparador!


Para todos ustedes….siempre tengo la mesa servida.

7/3/09

De Plástico

Tengo el color del delincuente.
Una vela entre los dedos de los pies.
En el fondo de la lata, se enredó entre cadenas
El libro de los cuentos.
Ahí donde la brisa es de oro
Y los enjambres juegan pulseadas
Con los besos de premio.
No se movieron mis manos de esa tierra.
No bajó del cielo un recto rayo de luz,
Que me dictara señales en la espalda.
En el fondo de la tierra, quizá
Exista mi reserva de emociones.
En las esquinas donde se acostaron
Un puñado de fantasmas
Que no llenan la palma de una mano.
Sobre las ruedas de un gigante
Que se tropieza con pájaros y búhos.
Seguimos las huellas de la arena.
Sobre las venas de un mapa
Trazamos una odisea destartalada.
El falso coraje me alimenta los fervores,
Mientras replico a la grieta de un balde,
Que tan sabrosa es la impureza.
Son plantas de plástico.
Al fin y al cabo…

Somos

Memoriosos indulgentes misericordiosos
Dueños del culto a la letra.
Osad contagiosos tiranos a revocar la naturaleza.
Refinados satíricos del prestigio convencional.
Gritad con fuerza tu resentimiento ardiente.



Vos y usted y yo y mi persona,
Somos iguales.

14/1/09

No quiero la cinta en el pelo.
No me tienta el licor cremoso.
No quiero la numérica profecía.
No seduce el triunfo occidental.
No renuevan las ganas los manjares.
No quiero el tesoro escondido.
No quiero latidos en vano.
No necesito el quiebre de los parásitos.
No deseo el fulgor brilloso.
No calculo más allá de esta tarde.
No sacrifico médula por farsas rosas.
No sentencio al acusado de mi miseria.
No juzgo lo humano aunque oloroso.
No llevo conmigo los papeles que me dicen viva.
No deletreo a grandes velocidades.
No hay talentos en estos dedos.
No quiero el pedregoso infame camino asfaltado.
No quiero la desidia de la competencia.
No presiento si no miro a los ojos.
No entiendo si las voces vienen graves.
No renuevo las hojas si no duele.

Ahora Bien

Comenzar a revolver entre los paquetes. Reaccionar a sacudidas torpes de cabeza, segregarse entre las rejillas torcidas de la vereda, o pulirse como palo de escoba entre apretujones de manos que traspiran hemorragias perplejas por la tristeza que les da pulso. Mil millares de horas construyendo un edificio planificado con cartas viejas, que no se soportan en sus pies ni hacen el esfuerzo…si no cuenta con otro mazo tanta intención de elegancia. Y entre los gargajos me piden que ponga de rodillas mi pureza ante el artificio de la moral. Llenos de curvas cargadas los que se ríen siempre visten oscuro. Fijate en la hilera de hormigas quien se jacta de cargar menos, y siete de granos de arena merecen las muelas tuyas, talladas en marfil y sangre de un animal muerto. No me interesa la corteza de ese limón pasado, soy más soluble en los aires si no respondo a la necedad. Y floto con demencial satírica mientras concluyo en creer que tu inteligencia te marca mi sabiduría en las costillas, por dentro cerca de la sangre. Si que te ame no requiere que te dé la razón. Ahí estás, con la impronta manuscrita de la estirpe, golpeando en mi cabeza con los nudillos, dudando de que haya alguien. Colaboración para este calor amamantado, que se me permita cerrar la puerta, y abrir las piernas, tanto que se sienta el crujir de los cartílagos acompasados con el colchón o el mismísimo hierro aterciopelado. Siento tus dedos haciendo piruetas atrás de mi nuca. Lo entiendo en el mismo cortejo de tus sonrisas, si tu ánimo depende de cuantas arcadas llegaste a mostrar. Leo en el doblez de tus tobillos decaídos tus intenciones, que sólidas hacen su fortaleza, y nunca tuve armas medievales, y a pesar de todo, sigo siendo vulnerable al aceite caliente. Porque me encanta soportarlo. Porque mastico en tu cara que no es picadura suficiente la de las arañas pequeñas. Y con las gotas de óleo marcando las encrucijadas de mi cuerpo, sonrío como una virgen en su altar, sin jamás permitirse llorar este ente de granito, traído de los mares y ríos, perfecto hijo mestizo de la parca asustada de las guerras. Mirando las fieras de frente, entre canibalismos odiosos que consumen mis entrañas para ahogarse en su propio desperdicio, me despojo de la necedad, y de las canteras donde explotan virutas todo el tiempo en mi interior. Y todo…todo se perla con tornasoles aguados en las paredes de mis órganos. Siento profecías en los latidos cuando dejo que te alimentes de mi aliento y mis pasionales esfuerzos. Soy la galaxia entera cuando no necesito ojos que me procuren vencedora de esta guerra de gallos sin cuello…y con la cresta decaída.


Ahora bien….quién te quedaba por decir?

5/1/09

Shhh!

salud conejo destilado.
si también sos jabón sin espuma,
una bailarina de los soles
que tercos saben de nombres.

calla calla catalina, calla.
liviandad es ropa nueva,
la desdicha la muerte,
tus antojos una silueta sistemática.

salud conejito destilado.
si también sos estrella
rogando brillos a los aromas
que no pueden salir de tus dedos.

calla calla catalina, calla.
la liviandad que revela la textura,
la desdicha no puede morir,
tus antojos dos porciones de crema.


salud conejito destilado.
calla calla catalina, calla.
(se te vé por debajo del disfraz,
y mi entero camina desnudo)